Wednesday, March 17, 2010

17 de Marzo, St. Patrick Day-El Batallón de San Patricio


En mis épocas de soltero, en busca de novia/futura esposa, un día salí a pasear con una muchacha allá por la Ciudad de México. Me llevo a Coyoacán y de ahí nos fuimos a San Ángel, por cierto es una zona muy bonita del DF. Cuando pasamos por la Iglesia de San Jacinto me dijo: "Atrás de esta Iglesia está El Batallón de San Patricio". No pensé ni platiqué mucho al respecto por que, en realidad, no tenía una idea clara de la historia de El Batallón de San Patricio. Semanas después me puse a leer sobre su historia y es muy conmovedor lo que sufrieron.

Ahora que estoy viviendo en Estados Unidos hoy 17 de Marzo es el día de St Patrick Day y me recordó esta historia que aquí les comparto.

Formación del Batallón

En plena guerra de intervención, Los Estados Unidos estaba reclutando personal para su ejército. Ya habían anexado Texas y querían mas. Estados Unidos recluto a un grupo de inmigrantes Irlandeses que practicaban una religion que no era muy bien vista entre los americanos: la religión católica.

No es muy claro si los Irlandeses desertaron del ejército norteamericano por los malos tratos y burlas por causa de su religión o por que sentían lealtad por los Mexicanos que practicaban su misma religión. Otra posibilidad que acabo de aprender es que en esa época, el gobierno Mexicano otorgaba grandes extensiones de tierra a los desertores norteamericanos que se unían al ejercito de México. Cualquiera que fuere la causa es que aproximadamente 800 soldados de inmigrantes irlandeses, al mando de John Riley, tomaron el bando Mexicano y lucharon contra Los Estados Unidos
El escudo del Batallón era el siguiente:

La inscripción reza: Irlanda por Siempre.

Batallas

El primer combate, de los San Patricios como unidad mexicana es la Batalla de Monterrey (21 de septiembre de 1846), con una batería de artillería al mando de John Riley, anteriormente teniente del Ejército de Estados Unidos e inmigrante irlandés. Sirvieron con distinción y está acreditado que rechazaron con éxito dos diferentes asaltos al corazón de la ciudad. A pesar de su tenacidad y valor, y de que Taylor estaba a punto de abandonar el ataque, el comandante mexicano Pedro Ampudia, desesperado, pidió parlamento, consumando la derrota. Después de esta batalla lucharon en varias mas, siempre distinguiéndose por su valor.

Como unidad de infantería los San Patricios continuaron sirviendo con distinción; en la Batalla de Churubusco (20 de agosto de 1847), las maltrechas fuerzas mexicanas se establecieron en el convento de Santa María de Churubusco, y las fuerzas armadas estadounidenses se prepararon para atacarlos. Aunque el convento no era más alto que sus alrededores, sus bardas de piedra constituían una buena defensa. Además, los estadounidenses tendrían que cruzar un río para llegar allá, lo cual daría tiempo al ejército mexicano para preparar a medias, trincheras y encarar otro enfrentamiento. Los defensores mexicanos sumaban 1.300 personas y pertenecían a los batallones Independencia, Bravos y San Patricio. La lucha fue constante y desfavorable para los mexicanos, esta vez bien mandados y motivados por los generales Manuel Rincón y Pedro María Anaya. Tras algunas horas de combate, las fuerzas mexicanas se quedaron sin municiones y una bomba provocó una explosión en la reserva de pólvora que los dejó sin posibilidades de seguir defendiéndose; a pesar de lo cual y una vez que se izó una bandera blanca en señal de rendición, el capitán Patrick Dalton la abatió para seguir resistiendo, pero ya era inútil, el convento quedó en silencio. Cuando el general Twiggs entró al patio del convento, exigiendo a los soldados mexicanos que entregaran las armas, la pólvora y el parque.

El ejército estadounidense capturo a todos los San Patricios que quedaron vivos.
Los que formaban parte del ejército estadounidense antes de la declaración de guerra oficial (el capitán Riley entre ellos) fueron azotados y marcados con hierro candente en la cara, con la letra "D" de desertores, y sentenciados a trabajos forzados.
Los que entraron en el ejército mexicano tras la declaración de guerra, fueron ahorcados en masa como traidores, viendo de frente el sitio de la Batalla de Chapultepec el 13 de septiembre de 1847. Por orden del General Winfield Scott, fueron ejecutados precisamente en el momento en que la bandera de Estados Unidos reemplazó a la de México en lo alto de la ciudadela. Cuando la bandera alcanzó lo más alto del asta, se abrió la trampa del cadalso.

Después de la Guerra

Los que sobrevivieron a la guerra desaparecieron de la historia. Unos pocos pudieron reclamar las tierras prometidas por el gobierno mexicano. John Riley murió a finales de agosto de 1850, y fue enterrado en Veracruz el 31 de agosto de ese año, con el nombre de Juan Reley, el mismo con el que se hallaba inscrito en los archivos del Ejército Mexicano. Ese mismo año el Ejército Mexicano tomó la decisión de disolver el Batallón

En el monumento conmemorativo al Batallón de San Patricio se lee lo siguiente:


En memoria del Capitán John Riley de Clifden, Fundador y Líder del Batallón de San Patricio, y de los hombres bajo su mando que dieron sus vidas por México durante la Guerra EE.UU.-México de 1846-1848

Conclusion
Como siempre he dicho, a pesar de lo mucho que me critican, he visto muchos extranjeros amar mas a México que los mismos Mexicanos. Los extranjeros que escogen a México como su lugar de residencia desarrollan un amor por México que los demuestran con hechos. Estos San Patricios seguramente tenían un vinculo por medio de la religión pero sus acciones en realidad fueron heroicas y patrióticas.



El Video solo muestra la ultima parte de la historia del Batallóon de San Patricio

3 comments:

  1. ¿Cómo se llamará a la innumerable hueste de mexicanos y de hijos de mexicanos que van en las vanguardias de las guerras de los Estados Unidos? ¿A éstos los vincula también la religión? ¿O los provilegios prometidos? ¿Se parecen a los Sanpatricios o son mejores o no tan buenos como ellos? ¿Aplicará también para ellos tu conclusión sobre el amor profesado a la tierra anfitriona? Porque si aplica, ¿quién te va a querer, México?

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  2. En mi opinión, muchos de los hijos de Mexicanos que van a la guerra no tienen una buena imagen de México. En primer lugar, sus padres salieron de México y eso les transmite la idea que México no es un buen lugar para vivir. En segundo lugar, con toda la lavada de cerebro sobre patriotismo y lealtad a Estados Unidos no creo que tengan mucho tiempo para pensar en México.
    Los que no son nacidos en Estados Unidos, seguramente se enrolan en el ejército estadounidense esperando lograr su "green card".

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  3. Es lamentable, pero la mayoría de los "hijos de mexicanos" en Estados Unidos dessarrollan mucho mayor simpatía por gringolandia, no por su madre patria. A muchos de ellos hasta les averguenza tener sangre mexicana.
    Lamentable sin duda.

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